Un baño forestal

Salvador Hernández Vélez

El baño forestal es un programa nacional de salud en Japón. Consiste en pasar más tiempo contemplando y paseando por los bosques, dicen que los árboles no soloproporcionean aire fresco, sino que también emiten aceites que sirven como protección contra gérmenes e insectos. Que desarrollan nuestro sistema inmunológico. Que caminar en contacto con los árboles baja nuestra presión arterial, reduce el estrés y aumenta la energía. Que el contacto permanente con la naturaleza aumenta nuestro bienestar. Mi papá, Don Jesús Hernández, cuando dejó de ir al monte, porque se fue a vivir a la ciudad, por un problema del apéndice, nos pedía que cuando fuéramos a caminar a las sierras y a los cañones lo lleváramos, porque decía que “no sabía que tenía el monte, pero él regresaba muy fortalecido, muy feliz, se sentía energizado”. Este bienestar que manifestaba mi papá, abona a lo que sostienen los japoneses, con sus baños forestales.

El domingo pasado (26 de noviembre) un grupo de amigos de Saltillo, nos dimos un baño forestal recorriendo dos kilómetros sobre el camino del Cuatro en la Sierrade Zapalinamé, hasta el mirador.  Juan Arredondo Osoria expresa lo siguiente:“El domingo 26 de noviembre asistí a una caminata al camino del cuatro, en el trayecto caminamos un promedio de 150 personas, se disfrutó mucho el trayecto, conviviendo con la naturaleza pero mucho más se disfruta al llegar al mirador. Es hacer extraordinario lo ordinario, es ver mi ciudad como en un espejo. Como vivo en ella no me detengo para observarla ¡Que hermosa es! Es algo hecho durante siglos, y soy parte de ella, es hecha por un mundo de personas, unos ya murieron, y otros hoy vivimos para disfrutarla, somos parte del universo, gracias al creador del universo por darme la oportunidad de ser parte de su proyecto”.

Y Rodolfo Prado, otro caminante me escribió: “Fue algo muy formidable, emprender la caminata para conocer gente nueva y ver rostros conocidos. Fue una idea diferente, siempre he creído que caminando es cuando se dan las mejores conversaciones, por eso me animé a ir y me quedó un buen sabor de boca, sabiendo que todo es para bien y sí le damos un sentido metafórico a la caminata, se podría decir que el empezar a caminar juntos por ese camino es solo el inicio de todo lo que caminaremos todos juntos como docentes y estudiantes, siempre para arriba”.

De Claudia Odilia que es la tercera vez que comparto la emoción de senderear recibí ésta expresión: “… debo mencionar que la experiencia de estar en contacto con la naturaleza en compañía de buenas amistades es algo que todos debemos practicar, es en donde realmente tienes ese combustible natural, donde no existe la señal o los ruidos de los autos, donde las más grandes conversaciones nacen, y donde te conoces a ti mismo y desarrollas tu amor por la naturaleza”.

Al bajar de Zapalinamé mi amigo Javier Villarreal Lozano me compartió una opinión de Vito Alessio Robles de su pequeño texto Saltillo en la historia y en la leyenda, sobre el Camino del Cuatro que aquí comparto: “La carretera del Diamante es una de las más bellas del mundo. Tiene una longitud total de 25 kilómetros. Sale de Saltillo por el oriente, pasando por lascercanías del Hospital de los Ferrocarriles Nacionales de México, por las inmediaciones del cortijo de Arizpe, con hermosas huertas, y trepa audazmente la montaña llamada de Zapalinamé, en un zigzagueo constante por los acantilados de la serranía. Destinada a extraer fácilmente los ricos trigos que se producen en los valles de la Sierra Madre Oriental, se ha convertido en una atracción turística de primer orden. Los panoramas son encantadores. Desde la parte más alta, situada a una altura de 842 metros sobre el nivel de Saltillo, se distingue, entre la luz deslumbrante y entre la claridad diáfana de la atmósfera, la ciudad, todo el valle y las montañas más lejanas. A veces los automóviles parecen correr entre las nubes de las cumbres de la sierra”.

Finalmente Ana Isabel me participó su experiencia de la caminata en la sierra: “Es tan agradable poder visitar de nuevo la sierra y cada lugar se hace aún más especial encompañía, está vez tocó convivir un poco más con compañeros, ahí todos nos volvemos amigos, en especial agradecimiento a el ingeniero por la invitación y por estar siempre atento a los universitarios”.

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