Deseos navideños

Sin duda hay un deterioro sostenido de la confianza en las instituciones. Esto se agrava por los últimos acontecimientos en nuestro país. Frente a ello lo más importantes es que la ciudadanía es más consciente y exigente. Ante estas circunstancias hay que aceptar que el actual diseño y funcionamiento de las instituciones ya no responde a la nueva realidad de nuestro país. También hay que estar muy conscientes que el problema es estructural y no coyuntural. Lo que está principalmente en entredicho es el sistema neoliberal y global.

Para dimensionar el problema que estamos viviendo remitámonos a la encuesta del periódico Reforma del 13 de diciembre de 2014. La encuesta muestra que la confianza en las instituciones va a la baja. Las más afectadas son el Ejército y el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Le siguen la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Suprema Corte de Justicia (SCJN) y el Instituto Nacional Electoral (INE). El periódico hace un comparativo entre una encuesta que publicó en abril del 2013 y otra en diciembre del 2014. Entre una y otra el Ejército pierde 13 puntos, al pasar de 69 por ciento de confianza a 56 por ciento. La desconfianza pasa de 27 a 42 por ciento; crece en 15 por ciento, pero todavía es mayor el porcentaje de confianza que de desconfianza.

El gobierno del presidente Peña Nieto también pierde 13 puntos, al pasar de 46 por ciento de confianza a 33 por ciento. La CNDH, de una encuesta a otra, pasa de 55 por ciento de confianza a 43 por ciento; pierde 12 puntos. La SCJN pasa de 42 por ciento de confianza a 31 por ciento; pierde 11 puntos. El INE pasa de 50 a 39 por ciento; pierde 11 puntos. En los últimos tres casos son más quienes desconfían de los que confían. En el primero, 52 por ciento; en el segundo, 64 por ciento, y en el tercero, 58 por ciento.

Frente a esto, la actitud de la ciudadanía con respecto a sus conciudadanos es muy alentadora. En estas fiestas de fin de año los mexicanos expresamos de una manera muy alentadora nuestros deseos navideños.

Van unos ejemplos de los deseos expresados a mi persona: Víctor Hugo Flores Arizpe me compartió el siguiente mensaje: “Te arrepentirás más de / las cosas que no hiciste, / que de las que si / llegaste a hacer. / Así que suelta amarras, / sal a todo trapo / de la seguridad / de tu bahía. / Hincha tus velas / con vientos de cambio./ Explora./ Sueña./Descubre”. Anónimo. Y agregó: Que se llene de salud, bienestar y paz toda tu casa, y que el año nuevo te dé a ti y a toda tu familia grandes satisfacciones.

Didier Varela me envió por la red virtual lo siguiente: “Elizabeth Kubler Ross dijo alguna vez que las personas más bellas espiritualmente con las que se había topado en la vida eran aquellas que han conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la perdida, y han encontrado su forma para salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad, y una profunda inquietud amorosa por sus semejantes y el mundo que los rodea. Me queda claro que las buenas personas no surgen de la nada, es así como hoy llego hasta aquí agradeciendo la gran bendición a Dios, a la suerte o el destino, de haber cruzado en mi camino a personas como tú, que de alguna manera me han contagiado y me han hecho un mejor ser humano”.

Mi amigo Simón Vargas Aguilar me compartió este texto: “… lo que nuestro Papa Francisco mencionó acerca de esta festividad en la que recordamos el Nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo. Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma. El pino de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida. Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida. La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir. Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad”.

Dado que el espacio para compartir con ustedes los diferentes mensajes recibidos se agotó, termino este artículo con lo que me deseó José Luis Valenciana: “Hola familia y amigos, a todos, mis mejores deseos y que la pasen súper en Navidad y Año Nuevo. Que sea otro año de salud, tranquilidad y mucho trabajo. Prometo seguir siendo el mismo gruñón y no perder el sarcasmo motivador ”. Felices fiestas y mejor año 2015.

Salvador Hernández Vélez
jshv0851@gmail.com